BELÉN, UNA HISTORIA REAL Por @raquivivanco
En 2014, Belén llegó al Hospital Avellaneda de Tucumán con fuertes dolores abdominales. Había tenido un aborto espontáneo, pero el personal médico violó el secreto profesional, la denunció y la acusó de provocárselo.
Lo que siguió fue un calvario: maltrato, violencia institucional, detención preventiva y una causa armada sin pruebas. Incluso inventaron un delito inexistente: “aborto seguido de homicidio”. Del hospital la llevaron directo al penal.
En 2016, tras 2 años presa, la condenaron a 8 años por “homicidio agravado”, sin evidencias científicas.
La reacción fue inmediata. Desde el movimiento feminista y los organismos de derechos humanos salimos a denunciar la criminalización de mujeres pobres en emergencias obstétricas y la violencia institucional del sistema de salud y de la justicia tucumana. Durante esos días estuvimos en las calles, en las campañas, en los medios, en cada acción colectiva exigiendo su libertad. La enorme @sole.deza tomó su defensa, y todas, en todas partes, salimos a exigir su absolución y libertad.
El 6 de mayo de 2016, junto a Victoria Donda, la visité en el Penal de Mujeres de Tucumán. Yo estaba embarazada de 5 meses de mi hija Charo, que hoy tiene 9 años. Nos abrazamos fuerte, hablamos, lloramos, reímos, nos enojamos. La impotencia era enorme, pero su fortaleza nos llenaba de esperanza. Belén sabía que no estaba sola.
Meses después, nuestra lucha dio sus frutos, la Corte Suprema tucumana reconoció la arbitrariedad y ordenó su liberación. Pude volver a abrazar a Belén en libertad.
Hoy, esa historia que @anaelecorrea cuenta en Somos Belén y que @lolafonca lleva al cine cobra muchísimo sentido y nos vuelve a emocionar. Porque esta es la historia de Belén, y Belén somos todas.
[HOY SE ESTRENA EN CINES DE TODO EL PAÍS. VAYAN A VERLA Y SIGAMOS CONSTRUYENDO MEMORIA]