*por Natalia Martin
El 10 de enero del 2001 Marcelina Meneses, migrante boliviana, y su bebé Joshua de tan solo 10 meses fueron arrojados del tren Roca, el cual se encontraba en movimiento. Esto fue un acto de violencia interseccional por su condición de mujer migrante de origen boliviana. Es por ello que ese día se conmemora el #díadelamujermigrante.
No es lo mismo ser una mujer migrante blanca que una mujer migrante racializada, incluso una mujer migrante que sufre algún tipo de violencia, solo por ser mujer. En palabras de Rita Segato, la violencia hacia las mujeres es un mecanismo de reproducción de las sociedades patriarcales y es una problemática social, estructural y política (2003:107).
Siempre las mujeres estamos en desigualdad frente al machismo que reproduce prácticas que nos discriminan, nos violan, nos matan: porque quieren y porque pueden.
Dejen de matarnos.
Es el sistema capitalista internacional el cual define los flujos migratorios, en el que las mujeres han sido invisibilizadas por sus trabajos no registrados y mal remunerados, por encontrarse indocumentadas, por sufrir mayores riesgos de ser robadas, golpeadas, abusadas, violadas o forzadas por redes de trata para ser explotadas sexualmente. Es el sistema patriarcal que lleva a las mujeres a tomar pastillas anticonceptivas cuando deciden emigrar por saber el riesgo que conlleva un cruce fronterizo.
Algunos datos sobre las mujeres migrantes: *Las mujeres envían, en volumen, mayores remesas -sacrifican su nivel de bienestar personal y profesional.-
*Las mujeres migrantes sufren una doble discriminación por el solo hecho de ser mujeres y extranjeras.
*Son empleadas en los trabajos peor remunerados, incluso si están sobrecalificadas para llevarlos a cabo.
*Hacia la feminización de la migración internacional: actualmente las mujeres son la mitad de la población migrante en el mundo. Son las proveedoras principales para sus familias transnacionales.
(Fuente de los datos: ONU Mujeres, 2013.)
*Las mujeres migrantes trabajan principalmente en el sector de los servicios domésticos, cerca del 74%, generalmente en condiciones de empleo precarias. (Fuente: Organización Internacional del Trabajo 2015 y 2018)
Es necesaria la introducción de la perspectiva de género para así diferenciar los patrones en las experiencias migratorias de las mujeres. De esta manera, se pueden alcanzar políticas públicas interseccionales que nos lleven a eliminar y prevenir las violencias hacia las mujeres y diversidades.