🚨 55 FEMICIDIOS EN 2021 🚨
📣 Desde el Observatorio de las Violencias de Género “Ahora Que Sí Nos Ven” damos a conocer las cifras de femicidios en Argentina entre el 1 de enero al 7 de marzo de 2021, elaboradas a partir del análisis de medios gráficos y digitales de todo el país.
📌 Algunos datos destacados:
Este 8 de marzo mujeres y LGBTIQ+ paramos porque la violencia machista no para. De acuerdo al registro nacional que realizamos desde el Observatorio en lo que va del 2021 hubo 55 femicidios, 1 cada 29 horas. Respecto del lugar en el que ocurrieron los femicidios y el vínculo con su agresor, el 65,5% de los casos tuvo lugar en la vivienda de la víctima y en el 71% el femicida fue la pareja o ex pareja de la víctima, quien en muchos casos convivía con ella. Esto nos sigue indicando que el lugar de mayor exposición para las mujeres que viven situaciones de violencia es su hogar y que su agresor no es un desconocido sino que forma parte de su círculo íntimo.
Este día internacional de la mujer trabajadora seguimos pidiendo basta de femicidios y también por la erradicación del LGBTI odio. En los primeros 66 días del año se registraron 3 transfemicidios, el último fue el de Fabiola Ramírez, una joven mujer trans, ocurrido el viernes en Resistencia, Chaco. Si bien ese es el número de casos que nos arrojó el análisis de los medios de comunicación, no podemos dejar de mencionar que existe una subrepresentación de estos números dado que los crímenes de odio no son noticia. Este 8M también paramos por los transfemicidios, no sólo los perpetrados por los varones machistas sino también por los travesticidios y transfemicidios sociales. En este sentido, debemos recordar que el colectivo travesti trans sufre la violencia machista desde su primera infancia, en su hogar, de donde son expulsadxs a temprana edad. Luego es la sociedad la que moldeada por la heteronorma también lxs expulsa, condenandolxs a una expectativa de vida de 35 años. Por esto es necesaria y urgente la Ley de Cupo Laboral Travesti Trans y la implementación de la Educación Sexual Integral, para seguir construyendo identidades libres y ampliar derechos para desterrar la violencia machista.
Al mismo tiempo, vemos con preocupación las respuestas de la Justicia y las fuerzas de seguridad ante la violencia machista. En el 16% de los casos de femicidios la víctima había realizado al menos una denuncia y sólo el 9% tenía medidas de protección. Sabemos que romper con el círculo de violencia y animarse a denunciar es difícil, por eso no podemos seguir tolerando que el Poder Judicial y las fuerzas de seguridad les den la espalda a las víctimas y sus familias. No podemos seguir escuchando que cuando una víctima va a denunciar no le toman la denuncia por ser fin de semana, que su relato sea desestimado, que no se evalúe el riesgo real al que está expuesta, que no se busquen a las pibas que desaparecen, que no se controle el cumplimiento de las medidas de protección y que se repriman nuestros reclamos. Necesitamos instituciones de seguridad que dejen de encubrir a sus miembros violentos ya que de los 55 femicidios 7 femicidas pertenecían a la Policía y 3 eran militares. Para ello es fundamental que cumplan con lo establecido por la Ley Micaela y se capaciten en perspectiva de género, para que tomen conocimiento de lo que implica la violencia machista y actúen en consecuencia. En este sentido, es vital una reforma judicial feminista, para que el Poder Judicial deconstruya sus raíces patriarcales y adopte la perspectiva de género para dictaminar tanto ante casos de violencia como en otros litigios legales, como laborales y penales, y para que adopten medidas adecuadas y eficaces.
Entendemos que los femicidios son la punta del iceberg de un conjunto de violencias algunas más imperceptibles que otras, sostenidas y reproducidas por las desiguales relaciones de poder en detrimento de mujeres y LGBTIQ+ que tiene como consecuencia el desigual acceso al empleo formal, al crédito, a la vivienda, a la educación y a la salud. Porque la crisis la pagamos con nuestras cuerpas este 8M paramos exigiendo por mejores condiciones de trabajo, más empleo, porque se nos respete nuestro derecho a decidir, por romper con los pactos machistas dentro y fuera de las instituciones, por la implementación de la ESI, por el respeto a la identidad de género, por más tierra y vivienda digna, y por erradicar la violencia institucional, y paramos para que paren de matarnos.
Ni Una Menos, vivas, libres y sin miedo nos queremos.