🚨176 FEMICIDIOS EN 2021 🚨

Femicidios
Inicio:01/01/2021Fin:30/09/2021

Desde el Observatorio de las Violencias de Género “Ahora Que Sí Nos Ven” damos a conocer las cifras de femicidios en Argentina entre el 1 de enero al 30 de septiembre de 2021, elaboradas a partir del análisis de medios gráficos y digitales de todo el país.

📌 Algunos datos destacados:

🔺1 femicidio cada 37 horas en 2021

🔺 133 intentos de femicidio en 2021

🔺 7 Transfemicidios/travesticidios

🔺 El 64% de los femicidios fue cometido por las parejas y ex parejas de las víctimas

🔺 El 61% de los femicidios ocurrió en la vivienda de la víctima

🔺 Femicidas: 13 policías, 4 militares y 1 gendarme

🔺 28 víctimas habían realizado al menos una denuncia y 16 tenían medidas de protección

🔺 Al menos 128 niñes perdieron a sus madres como consecuencia de la violencia machista en 2021

Desde el Observatorio Ahora que sí nos ven seguimos alzando la voz porque nos siguen matando. Nuestras vidas siguen en peligro: en lo que va del año hubo 1 femicidio cada 37 horas. Durante el mes de septiembre registramos 18 femicidios, cifra similar a la de los casos de intentos de femicidios (16). Es necesario dar cuenta no sólo de aquellas mujeres que fueron asesinadas, sino también de las víctimas de violencia machista que pudieron salvar su vida y a las que el Estado también debe proteger.

¿Dónde sucedieron los femicidios y a manos de quién?

En 2021 el 61% de los femicidios ocurrió en la vivienda de las víctimas, hogar que en muchos casos comparten con los agresores. En menor medida, el 21,6% de los casos tuvo lugar en la vía pública, seguido por la vivienda de un familiar, en el 6,3% de los casos. Al mismo tiempo, el 38% de los femicidios fueron cometidos por la pareja de la víctima, el 26% por la ex pareja, el 12,5% por un familiar y el 10,2% por un conocido. Estas cifras son fundamentales para comprender el fenómeno de la violencia machista y deben leerse en conjunto, dado que los autores coinciden con los lugares en que ocurrieron los femicidios. A su vez, volvemos a resaltar que lejos de lo que el imaginario machista nos hace creer, los femicidas pertenecen al círculo íntimo de las víctimas y son quienes establecen con ellas relaciones y vínculos afectivos, siendo los agresores parejas pero también padres, abuelos, vecinos, entre otros. En este sentido, no es casual que estemos más inseguras dentro de nuestros hogares, por esto es crucial que el Estado (en todos sus niveles) implemente políticas públicas teniendo en cuenta estas características, como iniciativas que promuevan la autonomía económica de las mujeres y LGBTI+ y posibiliten el acceso a la vivienda, la educación y el empleo formal. Ante una situación de extrema vulneración de derechos en que mujeres y LGBTI+ son las más pobres entre lxs pobres, lxs que menos acceden a puestos de trabajo registrado y quienes cobran menos que un varón, y que por lo tanto se ven empujadas por la desigualdad patriarcal a realizar una toma de un predio, la respuesta nunca puede ser el desalojo y la violencia. Como sociedad debemos involucrarnos y comprometernos para que no ocurran los hechos más extremos de la violencia machista, como los femicidios, pero es urgente que no nos sean indiferentes las desigualdades y violencias que sostienen y reproducen los crímenes por motivos de género.

Desprotegidas

Si mencionamos derechos vulnerados y la necesidad de respuestas del Estado también debemos referirnos a la Justicia. De las 176 víctimas de femicidios ocurridos en 2021 28 habían realizado al menos una denuncia y 16 tenían medidas de protección. O sea: sólo el 16% pudo acceder al sistema de justicia y sólo el 10% logró una respuesta de la misma (medida de protección), sin embargo las asesinaron. Por omisión, inacción, negligencia o simple machismo lxs actores judiciales no asistieron y contuvieron de forma efectiva a las víctimas. Es urgente que la Justicia históricamente patriarcal revea y transforme sus prácticas dentro y fuera de los juzgados y fiscalías para no ser cómplices de los femicidios y no dar un mensaje de desprotección y desconfianza para quienes estén viviendo situaciones de violencia. De esta manera es que seguimos exigiendo una reforma judicial transfeminista, con mujeres y LGBTI+ feministas en los puestos de decisión y una real incorporación de la perspectiva de género. En este sentido, vemos con preocupación el accionar de las fuerzas de seguridad, quienes debieron controlar el cumplimiento de las medidas judiciales de protección pero claramente no lo hicieron y, como si fuera poco, ejercen violencia. En los últimos días se dieron a conocer las pericias científicas que concluyeron que Florencia Magalí Morales, la mujer de 39 años que fue encontrada muerta en una celda de la comisaría de San Luis el 5 de abril del año pasado, no se suicidó como afirmaba la Policía, sino que fue asesinada por oficiales de esa dependencia luego de ser detenida por “violar la cuarentena”. No podemos permitir que la violencia machista e institucional quede impune, no lo vamos a permitir. En este contexto, debemos mencionar que en 13 femicidios los autores eran policías, 4 militares y 1 gendarme, siendo su pertenencia a estas fuerzas un factor de riesgo dado que tienen fácil acceso a armas de fuego, elementos con los que se cometieron el 25% de los femicidios este año. Es urgente que se ponga en marcha una transformación de las fuerzas de seguridad y armadas de nuestro país, dejando atrás sus formas autoritarias y patriarcales (sufridas mayormente por lxs pibxs de los barrios más vulnerados de nuestro país) y realmente adopten transversalmente una perspectiva democrática, de derechos humanos y transfeminista.

Transfemicidios

Del 1 de enero al 31 de agosto de este año registramos al menos 7 transfemicidios. Esta cifra está subrrepresentada, ya que nuestra fuente, los medios de comunicación, no valora como noticia los crímenes contra el colectivo travesti trans. Necesitamos que el Estado, así como la sociedad y los medios de comunicación realmente consideren que las vidas trans también importan, que se las incluya en las políticas públicas, en los empleos, en la cultura, en la educación, en los relatos y los imaginarios. A más de 200 días de la desaparición de Tehuel de la Torre todxs debemos alzar la voz, exigir su aparición y luchar por una sociedad más justa, libre de violencias y con todxs adentro. Es con nosotrxs. Es con lxs pibxs en los barrios, con las amigas que cobran 27% menos que un varón, con las que hacen el doble de tareas no remuneradas que los varones, con las que les dan de comer a miles de pibxs en los comedores de todo el país, con las que llevan adelante un hogar monomarental, con las que no puede acceder a un trabajo formal, con las que no pueden alquilar ni una pieza. Es con todxs lxs que sufren las desigualdades de género y las violencias machistas. Aparición con vida de Tehuel y Guadalupe.