8M: LA DEUDA ES CON NOSOTRAS Y NOSOTRES

Desde nuestra agrupación “Ahora que sí nos ven” que forma parte del movimiento feminista de nuestro país, podemos decir que llegamos a un 8M cargados de consignas que tienen que ver con una lucha colectiva histórica por la igualdad de género. Este 8M que conmemora aquella protesta de mujeres trabajadoras en 1857, que la ONU proclamó en 1977 y que consolidamos las mujeres de todo el mundo con el primer paro internacional de mujeres en el año 2017, hoy nos sigue encontrando con varios reclamos que parecieran no haber sido oídos: hay una deuda enorme con las mujeres. Queremos vivir libres, con autonomía económica, con igualdad de oportunidades y de acceso a nuestros derechos, y sin miedo a que nos violenten en la calle o en nuestros propios hogares.

Lamentablemente el trabajo de monitoreo de medios diario que hacemos desde 2015 nos permite construir datos que ayudan a dimensionar muchas desigualdades que sufrimos las mujeres, distintos tipos y modalidades de violencias cotidianas, incluso la forma más extrema de violencia como son los femicidios. Desde que comenzamos con nuestro registro de femicidios, ya hace casi 7 años, no vemos ningún cambio significativo en las cifras de mujeres asesinadas, si en sus formas ni en quién las asesina, por lo que entendemos que no se ha tomado ninguna medida efectiva que nos permita vivir como ya dijimos libres y sin miedo. Como sociedad hemos naturalizado encontrarnos cada día con la noticia de un femicidio más. Nuestro último informe de femicidios al 28 de febrero nos dice que cada 28 horas una mujer es asesinada en nuestro país. Que muchas de ellas fueron asesinadas por sus parejas o exparejas, y lo que es peor, que 1 de cada 5 víctimas había pedido ayuda realizando la denuncia. Esto no puede seguir pasando.

Si bien reconocemos que en los últimos años, sobre todo desde el primer Ni una Menos del año 2015, la sociedad en su conjunto puso sobre la mesa la problemática de la violencia de género y se tomaron algunas consignas que mejoran nuestra posición de subordinación en las relaciones de poder entre los géneros, los verdaderos cambios que nos garantizan el derecho a vivir en igualdad y que nuestra vida no corra peligro están siendo muy lentos. Necesitamos reformas contundentes en la justicia, en las políticas públicas, en los medios de comunicación, y en la educación formal y no formal. No podemos esperar más viendo como se suman día a día las compañeras que son violentadas e incluso pierden la vida. VIVAS, LIBRES, CON AUTONOMÍA ECONÓMICA, CON EL ACCESO A NUESTROS DERECHOS GARANTIZADOS Y SIN MIEDO NOS QUEREMOS.

Agradecemos especialmente el acompañamiento que en la calle nos hizo Raquel Vivanco, fundadora de Ahora Que Sí Nos Ven.